La Flor del Mal

Cineasta prolífico, gastrónomo y ex crítico de cine, Claude Chabrol se ha mantenido fiel a si mismo desde que debutara como director en 1959.

Tras una etapa, larga y confusa, en la que no le acompañó ni la bendición de la crítica ni la fortuna comercial, Chabrol volvió a las andadas a mediados de los 90.

En su caso, volver a las andadas no es otra cosa que realizar superfluos e incisivos retratos de la clase burguesa, generalmente en ciudades de provincia, con celos, engaños, mentiras e intrigas criminales por doquier.

Al iniciar la cinta, lentamente la cámara nos lleva de paseo por una mansión de la región francesa de Burdeos. Se mueve despacio, pero continuamente. De un grande y lujoso comedor, subimos por una antigua escalera al segundo piso. En cada habitación podemos apreciar el buen gusto y la distinción en la decoración, su estilo, su elegancia, una hermosa joven sentada en el piso haciéndole compañía a un cadáver.

Semejante secuencia funciona casi como un gran cartel que dice "Bienvenidos al mundo de Claude Chabrol. Y si algo caracteriza al cine de Chabrol es esa invitación formal a la observación casi microscópica de su objeto favorito de estudio: la burguesía y sus secretos, sus rincones afectivos oscuros, sus pasiones y odios en tensión, su decadencia moral.

Esta vez, el cineasta francés arremete contra las tres generaciones de los Charpin-Vasseur que conviven en la mansión familiar: allí están la veterana tía Line (Suzanne Flon), que tras su máscara afable y querendona esconde tristes recuerdos vinculados con los nazis; el frío matrimonio compuesto por Anne (Nathalie Baye), firme candidata a ocupar la intendencia local, y Gérard (Bernard Le Coq), el cínico dueño de un emporio farmacéutico bastante más interesado en conquistar jovencitas que en la suerte electoral de su esposa; y un tercer escalón integrado por dos jóvenes primos como François (Beno"t Magimel), recién llegado de un viaje de estudios de tres años por los Estados Unidos, y la atractiva Michéle (Mélanie Doutey), que no pueden reprimir la atracción mutua que los domina.

Chabrol se las ingenia para transitar por los caminos escarpados del thriller pero toma atajos con enorme audacia para evitar convencionalismos, y deja en segundo término la intriga con el fin de convertir la cinta en un calculado retrato de personajes y situaciones tensas.

“La Flor del Mal” es una excusa para envolver entre sus pliegues el análisis despiadado de la clase alta francesa provinciana (una mirada ¿universal?) y las maniobras para zafarse del descrédito y mantener el lustre haciendo "lo que sea para sobrevivir". Para que el tiempo no termine y, como una flor, vuelva a brotar año tras año, de generación en generación.

“La Flor del Mal” inquieta desde el primer minuto, seduce por lo que oculta y sobre todo mantiene indemne el nombre de un gran maestro que, como un buen vino, mejora con el paso del tiempo.

Nuestra Opinión: @@@1/2

La Flor del Mal
(La fleur du mal, Francia 2003)
Director: Claude Chabrol
Con: Nathalie Baye, Beno"t Magimel, Suzanne Flon, Bernard Le Coq, Mélanie Doutey
Duración: 104 minutos
Distribución en México: Cinemas Nueva Era
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra