Mal año para las cadenas exhibidoras

Para distribuidores y exhibidores, lo mejor que les puede pasar es que termine el año.

El 2003 en términos económicos fue un desastre.

Con todo y que hubo más y mejores opciones en cartelera, la gente simplemente dejó de ir al cine.

Suena muy presuntuoso de nuestra parte, pero aquí lo pronosticábamos once meses atrás.

Los exhibidores al querer forzar demás a la gallina de los huevos de oro, corrían el riesgo de quedarse sin gallina.

Y efectivamente sucedió algo por el estilo.

Se abrieron más de 200 nuevas salas en todo el país, pero la demanda de boletos disminuyó en 16 por ciento.

Fue un golpe que no se esperaban los exhibidores (Cinemark, Cinemex, Cinépolis, entre otros), sobre todo por los llamativos títulos en cartelera comercial que hubo a lo largo del año.

Se rompieron records en recaudación en taquilla, pero solo en las grandes súper producciones. Las personas fueron más selectivas, yendo menos al cine que otros años.

Era obvio.

En plena recesión económica, las cadenas de cine, so pretexto de que les iban a descontar un peso en taquilla por boleto vendido (destinado a un fondo para financiar cine mexicano) lo cual según ellos les generaría impuestos, decidieron incrementar la entrada entre 5 y 10 pesos.

No conformes con esa medida, también aumentaron los precios en la dulcería. Ahora sí que las palomitas se fueron por las nubes.

No fue raro ver que en algunos complejos reestructuraran horarios, cancelando definitivamente las funciones matutinas.

Una visita al cine con la pareja, familia o amigos significa un desembolso de varios cientos de pesos, una merma notable para el bolsillo.

Los mismos exhibidores dejaron abiertas varias opciones: acudir a rentar películas en los videoclubes, suscribirse a un sistema de televisión restringida o bien, dirigirse con su expendedor de películas pirata preferido.

Para muchos, las nuevas tecnologías de imagen y sonido que acompañan al DVD, hacen más llamativa la experiencia de quedarse en casa, ver la película las veces que uno quiera sin necesidad de soportar a gente indeseable que toma la sala de cine como salón social.

Por si esto fuera poco, la piratería se ha esforzado a tal grado, que ahora es posible encontrar películas que aun no llegan a los cines ¡en formato DVD, con sonido e imagen digital!

INTERMEDIO

Varias son las cadenas exhibidoras que están pensando seriamente en reducir el precio del boleto en las siguientes semanas.

Realmente no tienen otra opción ante el panorama de estancamiento económico que se prevé para el siguiente año.

Para Hollywood, México es el quinto mercado a nivel mundial, tanto en público como en recaudación en taquilla. Las distribuidoras extranjeras, que representan los intereses de los grandes estudios, ven con preocupación la notable disminución de personas en los cines y no es de extrañar que en estos momentos estén presionando a los exhibidores.

Campañas publicitarias en los medios anunciando promociones y nuevas salas no son suficientes si los precios tanto de taquilla como de dulcería, están por las nubes.

La situación es muy seria, si tomamos en cuenta que en los años 2000 y 2001, hubo un crecimiento sostenido de 15% en afluencia de personas a las salas de cine.

El gran chasco de este año fue que se abrieron más salas, tanto Cinépolis como Cinemex invirtieron en una campaña de medios para dar a conocer sus programas de cinéfilo frecuente y como resultado, la gente dejó de ir al cine.

Insisto, en lo personal se me hace criminal tener que pagar 25 pesos por un refresco de a litro, cuando en tiendas y supermercados su precio no rebasa los ocho pesos.

Ni que decir del boleto que ronda por ahí de los 45 pesos, cuando la renta de un DVD de estreno no pasa de los 30 pesos, con posibilidad de verlo cuantas veces uno quiera, incluso con material adicional.

Mucha gente, jóvenes en su mayoría, han dejado de ir al cine porque es un lujo que no pueden permitir en su mermada economía.

De ahí que el cine alternativo haya ganado terreno, especialmente en este 2003. En parte porque las universidades y recintos culturales del país han abierto más espacios con cuotas de recuperación simbólicas, hecho que permitió ver a miles de personas las diferentes ediciones de la Muestra Internacional de Cine, ciclos de cine, hasta maratones cinematográficos con cinco o seis películas continuas.

Queremos para este 2004 más y mejores películas, pero también con precios en los cines acordes a la realidad económica del país.

OBSESIONES EN CORTO

La medida de bajar precios en los cines se ha aplicado con éxito en países como Argentina, donde a pesar de la crisis económica, la gente regresó a las salas. Incluso en Estados Unidos, para fomentar la asistencia entre semana, las cadenas exhibidoras no solo han hecho descuentos y promociones especiales, también han rescatado la olvidada “permanencia voluntaria” y la posibilidad de ver dos películas, en salas diferentes, por el precio de un boleto. *** Las siguientes entregas de esta columna estarán dedicadas a los primeros estrenos del 2004. Así que aprovecho la oportunidad para agradecerles queridos lectores, su paciencia para con esta esquizofrénica columna. Espero que en este nuevo año que comienza, podamos seguir compartiendo la pasión por el séptimo arte, aunque nos tengamos que soplar invariablemente uno que otro churro. Un Abrazo.*