Kill Bill Vol. 2

Quentin Tarantino se ha caracterizado por ser un cineasta controvertido, violento, agresivo, muy explícito, pero también talentoso.

Específicamente, “Perros de reserva” y “Pulp Fiction” significaron un manifiesto para el cine contemporáneo y a la vez una declaración de principios cinematográficos por parte de su realizador.

Con una estética definida y un tipo de narración intensa y a la vez circular, el director se posicionó muy rápidamente de un espacio importante en el rubro de las imágenes en movimiento.

Tras rodar “Jackie Brown” (resaltar unos diálogos francamente exquisitos) en 1997, Tarantino se alejó de la pantalla grande por largos años.

En el 2003, reapareció con "Kill Bill", su nueva propuesta.

Las expectativas eran muchas, pero se cumplieron cabalmente.

En su típico estilo, el cineasta volvía con su agresividad y dinamismo acostumbrado, claro que ahora en un proyecto mucho más ambicioso y a la vez personal.

Para esta segunda parte, Quentin Tarantino se guardó la real sustancia de “Kill Bill”, y por lo mismo (aunque suene extraño), ambos filmes parecen diferentes.

La cinta se filmó como un solo largometraje pero Miramax decidió dividirlas en dos partes (aunque en recientes entrevistas Tarantino ha dicho que pensó dividirla en dos antes de concluir en el rodaje).

Si en "Kill Bill Vol. 1", los refritos de cine oriental, referencias a los samuráis y el anime fueron el centro de atención, en este segundo volumen se da paso al desarrollo más profundo de la temática y a un mayor acercamiento a los personajes.

“Kill Bill Vol. 2”, asume que lo suyo va por el lado narrativo y por ello se advierte que la mano del vociferante realizador se detiene más en la especialidad de la casa: extensos diálogos originales y que apelan a la cultura pop, los que anticipan las explosiones de violencia donde La Novia (Uma Thurman) continúa su implacable camino para llegar hasta el origen de sus males, el despiadado Bill (David Carradine).

Con un perfectamente estilizado comienzo en blanco y negro que retoma la sangrienta boda de la protagonista, la película va respondiendo en fragmentos las dudas que se fueron acumulando en la cinta inicial.

Ahora podemos comprender mejor el meollo de esta revancha sin piedad y deleitarnos con una trama que al final se siente como una trágica historia de amor.

Para encontrar la redención, La Novia debe enfrentar ahora a los tres restantes responsables de su desgracia: Budd (Michael Madsen en el mejor papel de tipo rudo que ha hecho), un decadente texano que trabaja en un night club y vive en una casa rodante en pleno desierto; Elle Driver (Daryl Hannah), la perversa y sensual rubia que vimos como enfermera en la primera parte (los cinéfilos recordarán los fetichismos del excéntrico director Russ Meyer) y, por supuesto, Bill (David Carradine), el poderoso, inteligente e implacable líder que sabe tanto de pistolas como de sabiduría oriental.

Armada con la espada de Hattori Hanzo que la salvó de tantos agravios en la cinta inaugural, podemos ver a La Novia buscando sangre en El Paso, Texas, y en México, acciones intercaladas por un flashback que exhibe su dura preparación física con el sabio, divertido y mortal maestro shaolín Pai Mei (Gordon Liu).

Así los interesados en la acción podrán disfrutar con combates magistralmente coreografiados (el de La Novia con Elle Driver por ejemplo), momentos de violencia a lo Tarantino y una de las escenas más claustrofóbicas que se han visto en los últimos años.

Pero en lo que el cineasta sorprende es en su desarrollo de los personajes y en el retrato de los sentimientos que se esconden detrás de tanto sablazo.

Para el director la humanidad está tras los diálogos y en la película hay muchos, algunos dramáticos y otros divertidos, como la explicación de Bill respecto a Superman (en la misma línea de la conversación de "Pulp Fiction" sobre Francia y los combos de comida rápida, entiéndase, los Mc tríos.).

Uma Thurman vuelve a desplegar sus increíbles dotes físicas en un papel que es todo un reto para cualquier actriz y al cual quedará ligada por mucho tiempo.

Y en otra apuesta tan arriesgada como certera, Tarantino rescata de las cenizas (como lo hiciera con Travolta y Pam Grier en su momento) a David Carradine, quien hay que reconocerlo, está impagable como Bill y a Daryl Hannah, que protagoniza junto a la Thurman un combate entre rubias para el recuerdo.

¿Qué productor hoy en día invertiría su dinero con semejante casting?

Ninguno, a menos que se trate de Tarantino. Lo que habla del poder y de la libertad que ha conseguido este verdadero outsider de la industria para escribir y filmar lo que quiera y con quien quiera.

Nuestra Opinión: @@@@

Kill Bill Vol. 2
(Estados Unidos 2004)
Dirección: Quentin Tarantino
Guión: Quentin Tarantino & Uma Thurman
Con: Uma Thurman, David Carradine, Michael Madsen, Daryl Hannah,
Gordon Liu, Michael Parks, Samuel L. Jackson
Fotografía: Robert Richardson
Música: The RZA y Robert Rodríguez
Duración: 137 minutos
Distribución en México: Buenavista International
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

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