Las trillizas de Belleville



“Las trillizas de Belleville” podría considerarse como cine de propuesta.

Y es que justo cuando Disney anunciaba a los cuatro vientos que renunciaba a la animación tradicional -vencido por la influencia del cine digital-, apareció esta pequeña joya hecha de manera artesanal que realza los valores más clásicos de este formato.

El resultado es un filme bello, casi sin diálogos, y que invita a dejarse embriagar por las imágenes y su banda sonora.

Candidata al Oscar a la mejor cinta animada del año pasado, se fue sin premio por culpa de “Buscando a Nemo”.

Pero eso no le quita mérito, esta película vale cada segundo de metraje, con su bella puesta en escena, tono adulto y mirada irónica al mundo occidental, sobre todo sus referencias al estilo de vida estadounidense.



El largometraje del director Sylvain Chomet está hecho a la antigua, sin el apoyo de la animación digital, y eso se puede sentir en cada segundo de su historia, que a través de trazos simples presenta a una sobre protectora abuela que debe iniciar una peligrosa aventura para rescatar a su nieto, raptado por unos mafiosos cuando corría el Tour de Francia.

La cinta está “hablada” en francés y no tiene subtítulos, pero no los necesita porque los gestos de los personajes y sus actos tienen la gracia de poder comunicar todo lo que necesitan y quieren, haciendo que la película se entienda sola.

El trío de hermanas que dan nombre a la película son un caso aparte.

Son tres coristas en decadencia que aún sobreviven cantando en pequeños bares gracias a los recuerdos de sus años de gloria y no dudaran en ayudar a la anciana en su misión.

Ellas viven en un hotel de mala muerte, donde cuidan con devoción un refrigerador, una enceradora y un viejo piano, mientras su dieta básica está formada por todas las variaciones posibles de ranas.



El estilo sencillo de su animación puede estar lejos de las últimas producciones animadas que han llegado a la pantalla grande, pero en ningún caso le resta méritos al trabajo de Chomet quien logra a través de sus dibujos una historia entretenida que permite mantener viva la nostalgia por las producciones clásicas de dibujos animados.

El filme podría tener un guión mas firme, quizás donde flojea en algunos momentos, en los que se estanca, se centra mas en el momento, en la caricatura, y en el surrealismo; en el detalle y en la situación, da la impresión que en algún momento concreto no sabe hacia donde quiere dirigirse.

La película no es muy larga, la línea argumental no es muy complicada y es bastante sencilla, aun así, más de una vez resulta impredecible, dado el surrealismo que brota constantemente.



Pocas veces hemos visto unas persecuciones tan extrañas como la de esta película.

Hay que advertir que no todo el publico va a ser capaz de entender y aceptar la propuesta alternativa que presenta esta cinta.

Desgraciadamente en occidente, la animación ha sido encorsetada en unos estilos y formas, cuando una película se sale, es llamativa, suele ser interesante, es una bocanada de aire fresco que demuestra que la animación todavía tiene cosas por inventar.

Nuestra Opinión: @@@1/2

Las trillizas de Belleville
(Les triplettes de Belleville, Francia-Canada-Belgica 2002)
Dirección y guión: Sylvain Chomet
Música: Benoit Charest
Con: Beatrice Bonifassi, Lina Boudreault, Michele Caucheteaux, Jean-Claude Donda, Charles Linton
Duración: 82 minutos
Distribución en México: Columbia TriStar Films
Estreno: Septiembre 2004
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta animada columna:

obsesionesmx@yahoo.com.mx

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