El desastre mexicano: política y deporte

Para México, la edición 2004 de los juegos Olímpicos fue un absoluto fracaso.



Se dice por ahí que el resultado en los deportes es un reflejo de lo que sucede en un país.

Mientras el gobierno insiste en permanecer en un estúpido e inútil estado de ensueño, donde para ellos la situación en México está “de pelos” en todos los ámbitos, la realidad es diametralmente opuesta.

¿Sirve de algo quejarse?

De nada sirvió que cientos de miles de personas salieran a las calles para decir un ¡ya basta! contra la impunidad, la inseguridad y la indiferencia de las autoridades.

Al final, todos se hicieron majes.

Los diputados federales hasta el momento ni siquiera se pueden poner de acuerdo para poner el asunto como parte de la agenda. Simplemente no les interesa discutirlo, ellos sirven a otros intereses.

Que se vayan los políticos, que se vayan los corruptos dirigentes del deporte, que se vayan los entrenadores mediocres.

Con el debido respeto, no es posible que un país como Argentina que viene saliendo de una debacle económica esté destacando a nivel internacional en cine y deportes, por nombrar dos rubros.

Mientras los argentinos destinan recursos de quien sabe donde para seguir financiando películas, en México el gobierno hace lo posible para que se dejen de filmar cintas, la iniciativa privada y productores adinerados generalmente hacen bodrios de tercera que aseguran cierta recaudación en taquilla.

Mientras que los cineastas independientes son los que empeñando hasta el alma, logran dar la cara por México en los festivales internacionales de cine.



Parece que en México nos invadió la falta de sentido común, el valemadrismo y la transa.

La gente que está en el poder anda más preocupada por llenarse los bolsillos antes de que otro les quite la rebanada de pastel.

Pareciera que con el “gobierno del cambio” esto había terminado, pero empeoró de forma descarada. Ahora se roba y se engaña al pueblo de manera más sofisticada.

El gobierno “de la esperanza” tampoco canta mal las rancheras. Si el señor López Obrador pregonara en los hechos la “honestidad valiente”, no necesitaría convocar marchas de apoyo contra su desafuero porque en el fondo es igual de corrupto, manipulador y mentiroso.

Que alguien me explique porqué Ricardo Lavolpe llevó a la llamada selección “mayor” a la Copa América, mientras que Argentina y Paraguay llevaron a sus representantes olímpicos para foguearlos.

La estrategia les resultó a los sudamericanos, fueron los dos equipos que disputaron la medalla de oro en Atenas.

Lo que sucedió a la delegación mexicana en Atenas fue vergonzoso.

Disciplinas como el boxeo, en donde éramos rival de respeto, los púgiles mexicanos terminaron eliminados en la primera ronda.

Ni hablar de los marchistas mexicanos.

Todo este desastre terminó reflejándose en las televisoras mexicanas.

De las 5 olimpiadas que me ha tocado presenciar, esta fue la que se caracterizó por la peor cobertura.

Tanto Televisa como TV Azteca prefirieron meter cápsulas y reportajes de relleno que transmitir las diferentes disciplinas olímpicas.

Un uso abusivo de material de archivo, intervención de comediantes al por mayor, reportajes de la moda y vida social en Atenas, se encargaron de desplazar al espíritu olímpico.

Para “La jugada” y “Los protagonistas” la estúpida pelea por el rating y los compromisos con patrocinadores les obligaron a transmitir las soporíferas participaciones de la selección mexicana de futbol, mientras que a la par se llevaban apasionantes encuentros en deportes como el tenis de mesa o el hockey, donde hubo partidos con final cardiaco.

Si bien nos iba, tanto Azteca como Televisa llegaban a dar los resultados de disciplinas que pasaron inadvertidas para los mexicanos como el salto de longitud, el salto de altura, el waterpolo, béisbol, judo y lucha olímpica, entre algunos otros deportes que ni en sueños pudimos ver.

El público mexicano era incrédulo testigo de la forma en que la tabla de medallas por país se iba llenando. Jamás nos pasaron las competencias y de las que transmitieron, difícilmente lo hacían de manera completa.Los partidos de básquetbol, voley de salón, voley de playa y gimnasia eran transmitidos de manera parcial, a lo mucho los sets finales.

Las televisoras mexicanas prefirieron no interrumpir los inútiles y estafadores infomerciales que se transmiten en la madrugada que darle paso en vivo a las competencias que se realizaban en diferentes puntos de Atenas.

Lo penoso fue cuando Televisa y Azteca comenzaron a pelearse las entrevistas con los deportistas mexicanos.

Azteca le propinó un golpe a Televisa, quien le venía ganado diariamente en rating, cuando Oscar Salazar obtuvo medalla de plata en tae kwon do.

Para los señores de “La jugada” era un resultado que no se esperaban.

Tampoco cuando Belem Guerrero triunfó en ciclismo. Luego del fiasco de Nancy Contreras, debido en parte a la influencia negativa de su mafioso esposo-entrenador, nadie daba un peso por el ciclismo mexicano hasta que llegó Belem.



Azteca se volvió a poner las pilas y organizó una recepción más cálida, espontánea y original para la ciclista que la ofrecida por Televisa a Ana Gabriela Guevara.

Las televisoras se pelearon a los deportistas mexicanos como perros hambrientos.

El ejemplo de los hermanos Salazar, Iridia y Oscar (quien peleó con una dolorosa lesión), además del de Belem Guerrero, es el claro ejemplo de que la pasión, garra y entrega, además de una adecuada preparación, se pueden anteponer a los pretextos, a los malos manejos de los dirigentes deportivos, al favoritismo y a la falta de apoyo.

Ojalá en los siguientes Juegos Olímpicos la situación sea otra.

No es posible que países de nombres raros tanto europeos o asiáticos, incluso de nuestro continente como Chile y Argentina se hayan llevado varias medallas de oro con un apoyo económico menor al que se destina en México, mientras que nuestros dirigentes deportivos viajaron a Atenas con toda la familia y hospedándose en lujosos hoteles.

Ojalá en los siguientes juegos olímpicos las televisoras metan menos material de relleno (grabado con antelación en la ciudad de México) y se dediquen a lo que van, a la transmisión de los juegos.

No se vale que tengamos que esperar cuatro años para ver unas olimpiadas y nuestras televisoras nos den una combinación de revista comico-musical donde pasan de todo, menos las competencias.



Ojalá nuestros políticos maduren y se dejen de juegos y peleas absurdas que ponen en jaque al país. Que se pongan a trabajar y vean por los intereses del pueblo. México requiere de un verdadero cambio estructural en todas las instituciones, una reforma hacendaria y energética además de un plan de desarrollo nacional del deporte.

Ojalá nuestros deportistas tengan la adecuada preparación que se requiere de tiempo atrás y no a unos meses de la justa deportiva. Buenos entrenadores, más fogueo en competencias internacionales y el apoyo de gobierno e iniciativa privada son los ingredientes que en alguna forma pueden ayudar.

Si a nuestras autoridades no les interesa hacer algo por México, que se vayan y dejen al país en paz.

Urge que los partidos políticos y el gobierno federal dejen de pelear por el poder y se preocupen por quienes les dan de comer y los tienen ahí, haciendo pendejada y media, hundiendo a la nación.

Creo que a final de cuentas, se vale soñar.

OBSESIONES EN CORTO

Luego de las olimpiadas, la actividad cinematográfica reinicia a todo lo que da. Ya dio inicio la Mostra de Venecia, viene Toronto y San Sebastián, todo en menos de 15 días. *** En México, además de los estrenos en cartelera comercial, estará dando de que hablar la programación del 24 Foro Internacional de la Cineteca y el Tour de Cine Francés, ambos inician en la ciudad de México y recorren el interior del país. El lunes les damos los pormenores del Foro además del tradicional resumen de las primeras 8 cintas que lo integran. *** El evento organizado por la Cineteca Nacional, se programará del 2 de septiembre al 6 de octubre en ese recinto y paralelamente en 7 pantallas de la ciudad para luego salir a 9 ciudades: Cuernavaca, Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, Guanajuato, Xalapa, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Campeche. Vienen buenas películas de entre los 15 títulos que conforman esta edición, así que a romper el cochinito. *** También la siguiente semana ampliaremos la información respecto al evento anual “Cinemark a la mexicana”, donde el 9 de septiembre todos los complejos de esta cadena exhibidora en el país programarán cine mexicano y la entrada costará 10 pesitos. *** El martes es la premiere y alfombra roja de “La mala educación”. Se supone que estarán presentes el niño Gael y Daniel Giménez Cacho. *** A pesar de que la política no es la especialidad de esta columna, no pudimos aguantar la tentación de dar nuestro punto de vista, a propósito del fin de los juegos olímpicos y del (des) informe presidencial. Pedimos disculpas por las molestias ocasionadas.*

Correspondencia con esta demente columna:

obsesionesmx@yahoo.com.mx

Comentarios