Antes del Atardecer




Hace nueve años, Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy) se conocieron en un tren, y pasaron juntos una noche inolvidable por las calles de Viena, jurando que volverían a verse en la misma estación seis meses más tarde. Ahora él vive en Nueva York y ella en París, última parada en la gira promocional de la novela de Jesse.

Ambos vuelven a encontrarse, y en un revelador recorrido por la capital francesa recordarán aquella intensa noche, explorando el funcionamiento de sus corazones y descubriendo los fuertes sentimientos que mantienen intacto su amor.

Desde principios de los noventa, el director norteamericano Richard Linklater ha venido desarrollando la mayor parte de su carrera en el ámbito del cine independiente. Sus primeras películas, “Slacker” y “Dazed and Confused”, pusieron en el mapa a un autor que pronto levantó una inusitada expectación en ciertos círculos, encumbrándolo inmediatamente a cineasta de culto, pese a su breve y sobrevalorada filmografía. Pero no fue hasta su tercera obra, “Antes del amanecer”, cuando se evidenció un salto cualitativo y de madurez.

Protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy, el film describe un intenso y profundo romance nada convencional entre dos personas que se conocen en un tren y deciden pasar juntos toda la noche recorriendo la ciudad de Viena. Al amanecer, ambos regresan a la estación, y prometen encontrarse seis meses después en el mismo sitio.

La película obtuvo el Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín 1995, y recibió una cálida acogida por parte de la crítica.

Esta vez Linklater había obtenido un producto realmente original e inclasificable, una historia de amor extremadamente poética, que regala destellos de magia y autenticidad a partes iguales, sustentada en lúcidos diálogos que se adentran en la profunda naturaleza de sus dos personajes para explorar la verdad de las relaciones humanas.

El abierto final dejó inconclusa la apasionada relación y debía ser el espectador en su imaginación quien decidiera reunir de nuevo a la pareja, o asumir que jamás se volverían a ver.

Pues bien, nueve años después de aquel estreno, tras reincidir en sus retratos de juventud (“Suburbia”), experimentar con la animación (“Waking Life”), o incluso realizar una incursión en el cine comercial (“Escuela de Rock”), entre otras propuestas, Linklater ha decidido retomar a los seres que dejó en la estación de tren, y comprobar cómo el paso del tiempo ha hecho mella en sus vidas e ilusiones, algo muy similar a lo que ya hiciera Peter Bogdanovich en 1990, rescatando en “Texasville” los personajes presentados diecinueve años atrás en su espléndida “The last picture show”.



Al inicio de “Antes del atardecer”, Jesse asevera citando a su abuelo que “Algunas preguntas no se deben contestar porque entonces pierden toda su gracia.”

Paradójicamente, el realizador hace caso omiso a dicho consejo, y decide desvelar el misterio al público, revelando que los enamorados no se volvieron a encontrar pese a su promesa.

Por supuesto, se trata de una opción plenamente consciente de su director, que en su disyuntiva opta por sacrificar la mágica aura que rodeaba el desenlace de la primera parte, ante la tentadora posibilidad de rescatar la historia y sus protagonistas.

En este sentido, el film posee el regusto del reencuentro con los viejos amigos, provocando la irremediable complicidad con el espectador, que no puede por menos que responder ante la llamada del guiño cómplice servido por sus responsables.

Nueve años después, los jóvenes románticos e idealistas que conocimos son ahora maduros y realistas, exentos de la inocencia que los caracterizaba, desaparecida tras las cicatrices con las que el pasado castigó sus corazones.

Jesse, infelizmente casado, y Celine, incapaz de amar, se presentan como esclavos de su propio pasado, y de una mágica noche en la que agotaron todo el amor que podían ofrecer. La esperanza ha sido sustituida por la imposición de un presente decepcionante.

De esta forma, Linklater da un valiente paso más allá en el nivel creativo de su narración interrumpida por el tiempo, haciendo crecer a sus protagonistas, evitando recurrir nuevamente al adolescente e idealizado amor.

Además, la diferente perspectiva de la relación entre ambos, narrada en el contexto de la evolución experimentada por los mismos, permite a su realizador reflexionar sobre el destino y los insondables factores que impiden la desaparición de profundos sentimientos.



Así, en “Antes del atardecer” Jesse y Celine desgranan durante una conversación en tiempo real sus impresiones sobre aquella inolvidable noche en Viena y el desencanto sufrido seis meses después, la vida, el amor, el mundo que les ha tocado en suerte, las casualidades que han condicionado sus respectivas existencias, y los sueños truncados que les han convertido en los seres desencantados que son ahora.

El revelador recorrido por París se desarrolla principalmente a partir de largos planos secuencia, que confieren a la película tintes de pieza teatral para dos únicos personajes. Sus protagonistas van progresivamente despojándose de sus pensamientos y reflexiones a través de brillantes y certeros diálogos, escritos por el realizador, Hawke y Delpy.

Sin duda, favorece semejante desnudo anímico el hecho de que, al igual que ocurría en la primera parte, ambos sean plenamente conscientes de su situación y sentimientos, pudiendo expresar sus impresiones al respecto desde la honestidad y confianza que otorga el hecho de tener enfrente a una persona con la que compartir un poderoso e intemporal vínculo emocional.

Y en esta complicada tarea, los dos actores imprimen a sus recreaciones una pasmosa naturalidad, desplegando un admirable ejercicio de interpretación que a la postre pasa por ser uno de los grandes valores del film.

Por supuesto, Linklater vuelve a dejar la puerta abierta a la incertidumbre, esperando que sea el público quien decida el futuro de sus protagonistas.

Los diálogos largos y cargados de recuerdos son el sello que caracteriza a esta película, que se centra en darle una cuota de esperanza a las segundas oportunidades, en reforzar la idea de que los sueños se pueden cumplir, aunque uno se haya tropezado muchas veces y parezca que nada puede cambiar.

“Antes del atardecer” logra mantener la esencia simple y pura de sus protagonistas y hacerlos entrar de nuevo en la burbuja que los protegió.

Nuestra Opinión: @@@

Antes del Atardecer
(Before Sunset, Estados Unidos 2004)
Director: Richard Linklater
Guión: Richard Linklater, Kim Krizan, Julie Delpy y Ethan Hawke
Música: Julie Delpy
Fotografía: Lee Daniel
Con: Ethan Hawke, Julie Delpy
Duración: 80 minutos
Distribución en México: Warner Bros
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta bohemia columna:

obsesionesmx@yahoo.com.mx


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