Bridget Jones: Al borde de la razón



Con veintiséis millones de dólares de presupuesto, “El diario de Bridget Jones” recaudó 280 millones en todo el mundo, confirmando que la productora británica Working Title estaba armada por una especie de varita mágica para la comedia.

Era normal que intentaran sacar adelante una secuela si previamente lograban enviar al baúl de los recuerdos, las categóricas declaraciones de Renée Zellweger afirmando que jamás se volvería a meter en la piel de la soltera y rellenita Bridget Jones, que creara la periodista Hellen Fielding en 1997 para el periódico The Daily Telegraph y que más tarde reuniría en forma de novela a la vista de su éxito popular.

En esta segunda entrega, por fin Bridget Jones (Renée Zellweger), símbolo de la soltera treintañera, insegura y en lucha perpetua contra las calorías, ha encontrado la felicidad amorosa.

Desde hace seis gloriosas semanas es la novia del exquisito e impecable abogado Mark Darcy (Colin Firth).

Parece que nada puede estropear tanta felicidad, ¿o sí?

Y es que, a pesar de todo, Bridget sigue sin estar segura en la vida, en el amor y en cómo debe guardarse la ropa interior.

Una gran duda se apodera de su mente:

¿Qué pasa después del “y vivieron felices”?

La película está nuevamente basada en una novela de la escritora Helen Fielding, quien escribió una segunda parte después del éxito que la primera “El diario de Bridget Jones”.



A pesar de ser ya toda una estrella de Hollywood, ganadora de un Oscar por “Cold Montain”, Renée Zellweger aceptó volver a interpretar al personaje que le lanzó a la fama, con los inconvenientes que ello suponía: era una segunda parte, tenía que volver a dar clases de dicción para hablar con acento británico y, lo que es peor, volver a engordar, pasar de la talla 36 que lucía en “Chicago” a la 42 que exigía el personaje.

La segunda parte de “El diario de Bridget Jones” pertenece a esa especie de subgénero aparecido a raíz del éxito de “Cuatro bodas y un funeral”: la comedia romántica inglesa con Hugh Grant.

Al igual que “Notting Hill” o “Love Actually”, “Bridget Jones: Al borde de la razón”, es una comedia ñoña, convencional, ideológicamente rancia (las mujeres son bobas, inestables y sólo buscan el matrimonio).

Salvo algunos momentos divertidos, todos en la primera media hora, la película se vuelve previsible, aburrida y hasta desagradable cuando aparece en escena el pesadito de Hugh Grant acompañando a una Renée Zellweger sobreactuada y gritona.

Y es que no hay ni como ayudar a la película.

El realizador, sin mucha idea de lo que tenía que contar, ha dado rienda suelta al “sesudo” guión escrito por cuatro guionistas.

¿En qué estarían pensando esos cuatro cerebros al escribir los detalles de los personajes, las situaciones, la forma de enfocar y encuadrar?



Es algo tan elemental que, incluso en eso, falla la cinta. Pero se ve que quien manda es don dinero. Le parece que llevando al protagonista a Bangkok, todo estaría resuelto.

¿Cómo? me pregunto.

¿Haciendo una serie de sketches con el hilo conductor del sexo?

No. Para eso no hace falta un viaje tan lejano.

¿Para recrearnos en unos diálogos y en un guión en el que brilla la bajeza, las palabrotas, lo corriente?

No creo. Hay cierta hartura ya de este lenguaje en ciertos medios audiovisuales.

No hay por dónde agarrar este sainete mal hilvanado, sin hechura ni factura alguna que merezca la atención se mire por donde se mire.

Las secuelas del “Diario de Bridget Jones” están pensadas para gente que tenga más inteligencia que la que ha mostrado el equipo que ha hecho este intento de comedia que solo sirve de gancho para quienes disfrutaron la primera parte y buscan una dosis menor de entretenimiento banal con la misma protagonista.

En algunos casos, segundas partes solo sirven para estafar el bolsillo de los incautos.

Sobre advertencia no hay engaño.

Nuestra Opinión: @1/2

Bridget Jones: Al borde de la razón
(Bridget Jones: The Edge of Reason, Gran Bretaña-Francia-Alemania-Irlanda-Estados Unidos 2004)
Director: Beban Kidron
Guión: Andrew Davies, Richard Curtis, Adam Brooks, Helen Fielding
Fotografía: Adrian Biddle
Música: Harry Gregson.William
Con: Renée Zellweger, Hugh Grant, Colin Firth, Jim Broadbent, Gemma Jones, Jacinda Barret
Duración: 108 minutos
Distribución en México: UIP
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta banal columna:

codigocine@yahoo.com


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