El Aviador



La nueva película de Martín Scorsese, despide el aroma inconfundible de los clásicos.

Y no precisamente porque en el fondo de la historia esté el Hollywood dorado de los 30 y 40, sino porque tiene el sello de uno de los más importantes directores de la Historia, quien, después de muchos años, ha conseguido un guión a su altura y, sobre todo, la inspiración para llevarlo a la pantalla.

Scorsese es el director de “Toro salvaje”, “Casino”, “La edad de la inocencia”, “Buenos muchachos”, entre otras.

El trabajo de Scorsese es fruto de los locos, desequilibrados y sorprendentes años setentas en el cine estadounidense.

Fueron años de desconcierto en los grandes estudios, que asistían desorientados a su fin y aquel ambiente facilitó la aparición de un puñado de directores geniales.


© Warner Bros

El Coppola de los padrinos y “Apocalypse now”; el Spielberg de “Tiburón”; el Brian de Palma obsesionado con Hitchcock y el Scorsese de “Taxi driver”. Eran jóvenes que revolucionaron el cine en medio de una revelación fruto de su genio, el empuje de su juventud y la mente abierta a la experimentación de unos estudios a punto de ser fagocitados por Wall Street.

Aquel momento fue irrepetible, y así lo demuestra la evolución posterior de cada uno de ellos, que, salvo en muy escasas ocasiones, no han podido presentar una obra tan sobresaliente y redonda como aquéllas.

Cuando en 1980 Hollywood dio el Oscar a la mejor película a “Ordinary People”, el excelente melodrama de Robert Redford, en vez de a “Toro salvaje”, la obra maestra de Scorsese, cerró simbólicamente una etapa.

Quizá su última gran etapa.

Ya no tienen aquellos cineastas la fuerza de su juventud vibrante para pelear contra unos productores que no aman el cine. La penúltima película de Scorsese, “Gangs of New York”, proyecto soñado durante largo tiempo, es un buen ejemplo del sino de estos autores: el brillante pero desequilibrado resultado es en parte efecto de la extremada presión de la productora y quizá de la propia inseguridad del director.


© Warner Bros

Pero siempre cabe esperar.

Es posible que el genio asome aquí o allá en sus nuevos trabajos. Y en “El aviador” se muestra en todo su esplendor.

Puede que la culpa sea del propio relato, épico y también elegíaco sobre el precio de la fama, del éxito, de los sueños y también de la soberbia. Porque esa es la historia del magnate del petróleo, productor de cine y pionero de la aviación Howard Hughes, un visionario que arriesgó su fortuna en la consecución de sus sueños, y que pagó por ello el alto precio de su salud mental y física.

Es difícil no ver el simbolismo que, seguro, habrá hallado Scorsese a propósito de su propia peripecia como cineasta. De hecho, el duro e inevitable regreso a la realidad después del sueño, después de la aventura, es uno de los temas recurrentes en el cine de Scorsese: de la citada “New York, New York” (1977) a “Casino” (1995), pasando por “After Hours” (1985) y “Buenos Muchachos” (1990).

“El aviador” no es sólo la historia de Hughes sino también la de una época, de una nación, la de aquel Hollywood cuyo escenario principal es la sala de fiestas “Coconut groove”, testigo de infidelidades, peleas y excesos; la de la corrupción política a raíz de los encargos industriales para la guerra y sobre todo, la de esa generación de ganadores/perdedores que tan bien describió Scott Fitzgerald .


© Warner Bros

“El aviador” tiene un guión sólido (que le sirve al realizador otros de sus argumentos favoritos, como la idea del destino o los personajes perseguidos por la fatalidad, muy propios de la perspectiva pesimista desde la que contempla el mundo), una banda sonora y un diseño de producción soberbios (que literalmente le transportan a uno a aquella época), una Cate Blanchett que juega con glorioso desparpajo a ser Katharine Hepburn (pareja de Hughes por algún tiempo) y, por fin, un hasta ahora sobre valorado Leonardo DiCaprio que se revela como un actor excelente.

Pero tiene sobre todo a un Scorsese en el punto exacto de madurez e inspiración.

Levanta con todo ello Scorsese una suerte de gran producción en la que realidad y fantasía se funden de un modo alucinante y magnético.

Y qué mejor manera de contar la peripecia de un hombre cuya existencia fue un sueño construido con los ladrillos de su pasado, sus visiones, sus romances con estrellas de cine y su insólita y alterada mente (probablemente nadie ha representado hasta ahora tan brillantemente en una película la percepción enfermiza de la realidad).


© Warner Bros

Con “El aviador”, Scorsese recuerda del mejor modo posible, con lo que se apunta como una obra maestra, que existieron hombres como Hughes, dispuestos a vender su alma por un sueño, y también cineastas que por un tiempo trataron de emularle.

“El aviador” es una película impecable.

Una superproducción con mucho nivel rodada con elegancia y brillantez. Pero principalmente es una película con dos estrellas en estado de gracia. Dos figuras del cine norteamericano que aportan lo mejor de cada uno para crear una historia auténtica y personal. Una forma de hacer cine al alcance de muy pocos.

Nuestra Opinión: @@@@

El aviador
(The Aviator, Estados Unidos-Japón-Alemania 2004)
Director: Martin Scorsese
Guión: John Logan
Fotografía: Robert Richardson
Música: Howard Shore
Con: Leonardo DiCaprio, Cate Blanchett, Kate Beckinsale, Alec Baldwin, John C. Reilly, Alan Alda, Gwen Stefani, Kelli Garner, Jude Law, Ian Holm, Danny Huston
Duración: 170 minutos
Distribución en México: Warner Bros
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta espectacular columna:

codigocine@yahoo.com



Comentarios

David dijo…
Soy amante del cine y cada semana voy a ver una nueva película. Mi plan favorito es poder ir a comer con mi novia a un restaurante palermo y luego ir a ver una peli de acción, aunque a ella le gustan mas las romanticas
Unknown dijo…
Es cierto que esta película tiene una mezcla entre realidad y fantasía pero no realmente, es más bien como que en la parte visual, porque todo es real, la vi en hbo online y me parece una de sus películas más interesantes, Hughes de verdad que fue un personaje muy inteligente y con muchos demonios.