Entre Copas



A Alexander Payne le interesan las historias mínimas, las vidas simples que se aglutinan en Norteamérica, la tierra del sueño americano y, claro que sí, de la soledad contemporánea.

La verídica tragicomedia de la existencia aparece desde la primera escena para invitar al espectador a las vacaciones de sus protagonistas.

Tiernos momentos como la preciosa conversación en el porche, descollantes e inesperadas secuencias de humor y acongojantes puñetazos al estómago que es mejor no revelar definen a la película como terreno fronterizo de emociones.

Entre copas no rehuye su aspecto de filme generacional, aparentemente diseñado en este caso para quienes están algo pasados de los cuarenta años, conocen y disfrutan del vino, hermosos paisajes y la perspectiva de la conquista amorosa.

Ejemplo de este retrato social es Miles Raymond (el notable Paul Giamatti), un escritor y enólogo al borde de cumplir las cuatro décadas de existencia que aún no se repone de la partida de su esposa.



Pasivo, depresivo y desastroso, el catador pasa sus días tratando de olvidar a su ex cónyuge, esperando una respuesta de la editorial que prometió publicar su última novela y buscando el vino perfecto (el que tal vez solamente existe de manera utópica).

“Sideways” inicia cuando Miles se prepara para recoger a su amigo Jack (Thomas Haden Church), un sociable y vividor actor fracasado (antes fue galán de telenovelas, ahora presta su voz para comerciales de televisión) que está próximo a casarse.

¿El objetivo de ambos?

Recorrer el camino del vino de California para celebrar el fin de la soltería del novio.
Así, entre copa y copa, vamos conociendo a fondo a los personajes y llegamos a entender la verdadera motivación de Jack: seducir a la primera mujer que se le atraviese.

La elegida es Stephanie (Sandra Oh, esposa de Payne en la vida real), promotora de una viña que despierta el lado más adolescente del comprometido.



Mientras tanto Miles debe compartir con una amiga de ella, Maya (Virginia Madsen en su mejor actuación), quien lo lleva a lidiar con sus propias frustraciones y su terrible cobardía.

A través de un ritmo pausado y diálogos inteligentes Alexander Payne saca adelante esta película que habla de crisis de madurez, soledad, amores truncados, fracasos, amistad, aprendizajes varios así como la evidente supremacía del pinot noir por sobre el merlot.

Payne retoma el esquema de viaje -más terminal que iniciático-, de fascinante búsqueda de los viñedos de la vida a través de dos miradas tan opuestas como complementarias.

Sobresaliente es la capacidad del director para abordar temas serios a través del humor sin caer en la caricaturización.

Porque aquí hay biotipos reales y reconocibles en la sociedad contemporánea, personajes que no hubiesen llegado a buen puerto sin el trabajo de buenos intérpretes como los que ahora llenan la pantalla, en especial Paul Giamatti (injustamente ignorado por la Academia), el rostro del hombre común, la anti-estrella de Hollywood por excelencia.



Alexander Payne y Jim Taylor han construido una de las carreras más sólidas de su generación (generación que incluye a gente como M. Night Shyamalan, Wes y P.T. Anderson, Todd Solondz y David O. Russell, nada menos).

Claro que a diferencia de sus contemporáneos sus películas no incluyen finales sorpresa o personajes excéntricos.

Tanto “Citizen Ruth” (1996), como “Election” (1999) y “About Schmidt” (2002) transcurren en los alrededores de Omaha, Nebraska, en medio de barrios suburbanos, paisajes rurales y gente sospechosamente común y corriente.

El fuerte de todas ellas (refrendado por el nuevo filme) radica en lo interesadas que parecen en las pequeñas miserias de la vida diaria y en nuestra capacidad para agrandarlas fuera de toda proporción, de otorgarles -en una de esas- hasta sentido épico.

Resulta difícil poder transmitir toda la admiración que se siente por una película que reivindica al cine como explorador y espejo de la condición humana.

“Sideways”, como los buenos vinos añejados, es un placentero contraste de sabores narrado con la sabiduría de los maestros, de unos poetas que declaman sus dudas e inquietudes sobre el amor, el éxito, la soledad, el deseo reprimido, la libertad, dejando al final, una perspectiva diferente sobre la vida.

Nuestra Opinión: @@@@

Entre Copas
(Sideways, Estados Unidos-Hungría 2004)
Director: Alexander Payne
Guión: Alexander Payne y Jim Taylor, basados en la novela de Rex Pickett
Fotografía: Phedon Papamichael
Música: Rolfe Kent
Con: Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virginia Madsen, Sandra Oh, Marylouise Baker, Jessica Hecht, Missy Doty, M.C. Gainey, Alysa Reiner
Duración: 123 minutos
Distribución en México: Twentieth Century Fox
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta columna adicta a la uva:

codigocine@yahoo.com



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