La ciudad del pecado

“Sin City” tiene todos los elementos para convertirse en una película de culto, sino es que a estas alturas ya lo es.

Basada en los comics de Frank Miller (creador entre otros del comic que dio origen a “Batman Begins”) caracterizados por sus profundos contrastes para describir una violencia temática y visceral.

Esta cinta esta basada en tres historias de “Sin City” (The Hard Goodbye, The Big Fat Kill y That Yellow Bastard), lo que fue muy buena elección, ya que le da una fluidez a la película que se agradece.

Los personajes que la recorren son todos seres extremos, de ambos lados de la ley, recreados por un elenco de lujo. Cada actor parece hecho a la medida de su rol.

Bruce Willis, es Hartigan, un infatigable detective, que aún en su última día de trabajo por su delicada condición cardiaca, decide arriesgarlo todo para salvar a una niña inocente. El personaje le va como guante al duro de matar, que muestra su lado rudo pero cargado de la melancolía de quien se siente cerca de la muerte.

El perfecto antihéroe de la historia, Marv, es interpretado soberbiamente por un Mickey Rourke que con un maquillaje excepcional nos muestra un rostro de expresión impactante y a nivel actoral es la perla del reparto. Este personaje rudo, grotesco, y hasta perverso le agrega el toque de humor al film y conmueve con su historia de venganza por un amor perdido.

Será la búsqueda de Marv la que hará que se crucen varias líneas argumentales, con un sólido reparto que demuestra solvencia en cada rol y entre los cuales destacan Benicio Del Toro, Rosario Dawson, Elijah Wood, Clive Owen, y Nick Stahl entre otros talentos.



“La ciudad del pecado” es un film para amar u odiar, como sus fotogramas cargados de contraluces y contrastes, sus historias son crudas y sus personajes extremos.

Una cinta que plantea un acercamiento distinto al mundo del comic, cargado de originalidad con una propuesta estética y narrativa novedosa en la pantalla grande, que se convierte en un libro de historietas con vida propia.

Al frente de la dirección nos encontramos con el osado Robert Rodríguez –en la mejor de sus películas hasta el momento-, quien en Sin City comparte los créditos de dirección con el propio Frank Miller y entre ambos logran recrear a la perfección ese submundo oscuro, que literalmente transporta al espectador con su imponente estética y sus entrelazadas historias a un lugar lleno de seres marginales, olvidados, sumergidos en un mundo amoral plagado de alcohol, prostitución y violencia.

Al margen, vale decir que Quentin Tarantino se desempeña como director invitado y quien mejor que él para tratar “tiempos violentos” como los que caracterizan a esta urbe.

Fiel al comic, la cinta es en blanco y negro, con un inteligentísimo uso del color en escenas claves a través de ocurrentes recursos.

Sus contraluces impactan tanto como sus sugestivos grises en un homenaje al film noir, de crímenes y detectives, típico de la década de los cuarenta, en el periodo de la post guerra y caracterizado por la belleza oscura de sus fotogramas.



La película obtiene la mejor puntuación en la recreación de esta ciudad del pecado, con una excelente fotografía y un montaje interesante, ambos a cargo de Robert Rodríguez quien decidió filmar en formato digital.

La cinta ha sido duramente criticada por su violencia explicita, que incluye escenas bastante gore, sin embargo el director supo jugar con la ausencia del color, convirtiendo la sangre en blanca fosforescente en algunas tomas y solo roja en otras.

Dentro de la propuesta del filme se justifica este tipo de violencia temática, que no intenta parecerse a la realidad sino por el contrario sumergirnos en un mundo de ficción, denso pero imaginario.

La imaginación es la palabra clave en esta película, que permite si se quiere lograr una “violencia estética”, cargada de surrealismo.

Usando tanto los recursos humanos como digitales, sus creadores logran plasmar una antológica ciudad del pecado de aspecto amenazante y denso clima de tensión.

Si los protagonistas son de temer en sus explosiones violentas, los antagonistas -que sólo se diferencian de los anteriores en que no poseen un código ético que les conceda alguna posibilidad de redención- provocan terror.

Hay de todo: un asesino a sueldo que se hace pasar por tu mejor amigo, sacerdotes depravados, violadores y asesinos de niñas, caníbales, golpeadores de mujeres, mercenarios, jefes de la mafia que torturan prostitutas, senadores de los Estados Unidos que ocultan deliberadamente los crímenes familiares.

Sólo hay pecadores en “Sin City”, atormentados por sus inclinaciones violentas y por enfermedades mentales que los transforman en asesinos sicóticos.

Lo remarcable es que entre tanta ruindad, entre tanta sangre y asesinato, algunos de estos seres luchan por redimirse, por conseguir una justicia distorsionada, retorcida (como ellos) pero que a fin de cuentas les permite pasar con tranquilidad a lo siguiente, sin importar si lo siguiente es un nuevo delito o la muerte.

Cada uno de los asesinatos cometidos por los protagonistas es justo, cada tortura infligida es merecida. Porque aun en el más despreciable de los actos de cualquiera de estos personajes es posible identificar un indudable resabio de nobleza, bárbara y sangrienta, que los redime y los transforma de criminales en ángeles vengadores.

Vale la pena dejar de lado los prejuicios que el propio Robert Rodríguez se ha encargado de construir con churritos olvidables y disfrutar de esta verdadera obra de arte.

Nuestra Opinión: @@@@

La ciudad del pecado
(Sin City, Estados Unidos 2005)
Dirección: Robert Rodríguez, Frank Miller y Quentin Tarantino como “director invitado”
Guión: Frank Miller, basado en sus comics del mismo título
Fotografía: Robert Rodríguez
Música: John Debney, Graeme Revell y Robert Rodríguez
Con: Bruce Willis, Mickey Rourke, Clive Owen, Jessica Alba, Benicio del Toro, Rosario Dawson, Elijah Wood, Brittany Murphy, Michael Clarke Duncan, Nick Stahl, Carla Gugino
Duración: 124 minutos
Distribución en México: Buena Vista International
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta pecadora columna:

codigocine@yahoo.com




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