Saw II, Juego del miedo



Hace un año llegaba a la pantalla una novedosa y original película de terror tanto físico como psicológico.

La crítica y el público la acogieron con los brazos abiertos haciéndola merecedora de merecidos premios y halagos.

“Saw” era de esas pocas cintas con la facultad de provocar que el espectador se estremeciera en su butaca.

La tensión y la angustia se apoderaban del público durante la hora y media de metraje.

Esta secuela intenta emular a su predecesora intensificando el ritmo y la maquiavélica forma de matar de “Jigsaw”.

Ahora Jigsaw (Tobin Bell), psicópata que se dedica a castigar a través de horrendas pruebas a todos aquellos que necesitan aprender alguna lección de vida por las malas, pasa de las tinieblas de “Saw” a protagonizar el filme, en antagonismo con el detective Eric Matthews (Donnie Whalberg), encargado de detenerle.


© Artecinema

A raíz de uno de sus últimos asesinatos, Eric atrapa al “rompecabezas”, sólo para descubrir que éste planea un nuevo juego, en el que el hijo de Eric, Daniel (Erik Knudsen) es encerrado en una casa, junto a 8 víctimas más.

Los inquilinos deben de salir de su prisión antes de que un venenoso gas que enrarece la atmósfera acabe con ellos. Obvio que no todo será sencillo, pues la casa está plagada de trampas.
Entre los atrapados está también Amanda (Shawnee Smith), superviviente a los juegos en la precuela.

La película plantea entonces dos tramas principales, la de Jigsaw/Matthews, en la que el policía ha de descubrir el paradero de su hijo para poder salvarlo y la de la casa, que es la combinación de encierro y mirada omnipresente de “big brother” con las sádicas trampas de “El cubo”.

Lo que se le puede reprochar al realizador (Darren Lynn Bousman, en su ópera prima, luego de que James Wan, director y creador del concepto, decidiera dejar la secuela para concentrarse en otra cinta), es el excesivo empleo de trucos de edición y supongo que en cierta medida incrementan la intensidad de la película, terminan por parecer una medida desesperada por añadir peso a una trama que no lo necesita.


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Y quizás esa trama no sea brillante, pero es sin duda funcional, cumpliendo su misión de confundir nuestras expectativas y sorprendernos, aunque sea a costa de la lógica y la credibilidad.

Es una lastima que el guión no haya incidido un poco más en la psicología de unos personajes con los que nunca llegamos a establecer lazos de empatía (nos acaba dando igual lo que les suceda a los integrantes del grupo: sólo estamos esperando cuál va a ser el siguiente en morir).

Ni siquiera la figura del perverso asesino en serie está dotada de la capacidad de fascinación característica de este tipo de personajes.

Con prácticamente un trío de protagonistas, la cinta original permitía un desarrollo más profundo de sus personalidades y dinámicas.

En la secuela tenemos media docena de víctimas y el guión debe seguir su progreso en la trampa mientras nos muestra a grandes rasgos sus personalidades. Simultáneamente tiene que hacer lo mismo con el policía y el asesino.


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Esta fractura en el enfoque de la cinta disipa hasta cierto punto su impacto, pues es obvio que el incremento de personajes obedece simplemente a la necesidad de tener más víctimas casi anónimas y más escenas de sangrienta violencia.

Quizás con un elenco más reducido se hubiera acentuado la importancia de los personajes, y nos hubiera permitido compenetrarnos con mayor vehemencia en su terrible situación.

Eso no quiere decir que “Saw II” sea blanda o aburrida.

Por el contrario, su ritmo es frenético y la crueldad que muestra es igualmente perturbadora (a pesar de que en ocasiones se siente un gran esfuerzo por superar a su predecesora).

Hay suficientes escenas de sangre y horror para satisfacer a los fanáticos del “gore”, y al mismo tiempo la historia es lo suficientemente interesante, tanto por su ingenio como por su desvergonzada manipulación de nuestra percepción.

Aunque hay que aceptarlo, a final de cuentas la secuela es entrenida, pero se quedó algo lejos de lo que vimos en la primera entrega.

Nuestra Opinión: @@@

Saw II, Juego del miedo
(Saw II, Estados Unidos 2005)
Director: Darren Lynn Bousman
Guión: Darren Lynn Bousman y Leigh Whannell
Fotografía: David A. Armstrong
Música: Charlie Clouser
Con: Donnie Wahlberg, Shawnee Smith, Tobin Bell, Franky G, Glenn Plummer, Dina Meyer, Emmanuelle Vaugier
Duración: 93 minutos
Distribución en México: Artecinema
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta columna amante del gore:

codigocine@yahoo.com.mx





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