Syriana



Los ecos de la política exterior de agresión, mentiras y desprestigio llevada adelante por el gobierno de George W. Bush, más las arbitrarias y sangrientas invasiones a Afganistán e Irak, resuenan en la trama de esta impactante película, que tiene como eje premonitorio las actuales y conflictivas relaciones entre los Estados Unidos e Irán.

Escrita y dirigida por Stephen Gaghan (que ganó el Oscar al mejor guión por “Traffic”, de Steven Soderberg) partiendo del libro de Robert Baer, “Syriana” desarrolla una intriga de espionaje internacional que deja al descubierto las ambiciones desmedidas de los petroleros estadounidenses y revela de qué modo la CIA y el FBI ponen a su servicio una maquinaria de crímenes, propaganda y manipulación.

La cinta no sigue una línea narrativa coherente; en vez de ello nos muestra pasajes en la vida de varios personajes, algunos relacionados estrechamente, y otros sólo tangencialmente, pero todos girando alrededor del petróleo. O, mejor dicho, alrededor de los conflictos que surgen por la desmedida ambición y necesidad que genera este recurso natural.

Entre esos personajes están: Robert Barnes (George Clooney), un veterano agente de la CIA que orquesta el asesinato de dos traficantes de armas, sólo para descubrir que un misil se ha extraviado; Bryan Woodman (Matt Damon), analista financiero que, luego de una tragedia familiar, decide aceptar un puesto como consultor del Príncipe Nassir (Alexander Siddig), heredero de la corona en un país árabe rico en petróleo, el cual acaba de ceder los derechos de explotación a un consorcio Chino; y Bennet Holiday (Jeffrey Wright), un meticuloso abogado que investiga la fusión entre dos enormes empresas petroleras, que están en gran riesgo debido al contrato que perdieron con el país del Príncipe Nassir.

Hay muchos (muchos, muchos) más personajes, pero creo que esos cuatro representan los más importantes puntos de vista en el argumento.

Y en esos puntos de vista está la riqueza de la película, ya que podría haber sido simplemente una fácil lección moral sobre la corrupción que se genera tras la explotación del petróleo; pero en vez de eso, es un elaborado tapiz de motivaciones, ambición, causas y consecuencias que muestran claramente la complejidad de la situación mundial, exacerbada por la continua disminución de las reservas petroleras a nivel mundial.


© Warner Bros

Creo que una frase de la película engloba el conflicto completo: “El 90% del petróleo restante en el mundo está en el Medio Oriente”.

¿Hace falta saber más?

Es posible que todo espectador trate de incorporar su ideología a la película; para algunos será una denuncia de las amorales políticas norteamericanas, en su esfuerzo por mantener el control sobre el flujo de petróleo en el Medio Oriente; para otros será una justificación de tales políticas, que en mayor o menor medida mantienen una tensa calma en el mundo occidental.

Esa es otra de las virtudes de “Syriana”, realmente no hay villanos ni héroes; cada personaje hace lo correcto, al menos en su opinión.

Para algunos, lo correcto será cometer actos terroristas. Para otros será explotar los recursos y poblaciones de países enteros, para garantizar la comodidad de unas cuantas naciones.


© Warner Bros

¿Quién tiene la razón?

Es fácil condenar al terrorista que detona una bomba para matar inocentes, pero ¿estamos exentos de culpa al usar nuestros automóviles? ¿O cuando usamos electricidad generada por petróleo para ver televisión? ¿O, irónicamente, para ir al cine (en coche, desde luego)?

Se trata de una película dirigida a seres pensantes que pueden trascender lo particular para llegar a lo universal, o viceversa, donde se barajan las políticas de Estados Unidos y China como grandes potencias y su subsiguiente indiferencia por los países cuyo único poder se cifra en el petróleo.

Se enfrentarán o se aliarán espías y mercaderes —texanos o árabes—, religiosos y fanáticos, pobres y ricos, idealistas y materialistas, multinacionales y nacionales, todos en función de la corrupción. “Corrupción”, dirá un personaje, “es por lo que ganamos”.


© Warner Bros

De todo hay en esta película, tanta información que a veces hay que estar demasiado atento para seguirle el paso a Gaghan. Porque un momento de distracción puede comprometer lo que se verá luego.

Visualmente, “Syriana” impacta, por esa sensación de cámara casi documental con la que va captando cada instancia.

A ello, Gaghan le suma un trabajo destacable de todo el elenco, encabezado por un George Clooney excelente y con gente que le va en saga, como Matt Damon, Christopher Plummer, Alexander Sidding y muchos más.

El filme tiene, como contra, cierto didactismo, como que alecciona al público sobre verdades que se sospechan. Pero lejos está de plantear una mera teoría conspirativa.

Porque su objetivo no es simplificar las cosas.

Buscarle un valor mayor al de la denuncia sería otorgarle demasiadas expectativas.

Su mayor logro, entonces, es constituir un entretenimiento válido, revestido con las ropas de un thriller político cautivante, disfrutable en todo sentido y que, para el final, va haciendo confluir las diferentes historias en un cierre a la altura de lo que se ha visto.

Nuestra Opinión: @@@@

Syriana
(Estados Unidos 2005)
Director: Stephen Gaghan.
Guión: Stephen Gaghan, inspirado en el libro “See No Evil”, de Robert Baer
Fotografía: Robert Elswit
Música: Alexandre Desplat
Con: George Clooney, Matt Damon, Jeffrey Wright, Chris Cooper, William Hurt, Mazhar Munir, Tim Blake Nelson, Amanda Peet, Christopher Plummer
Duración: 126 minutos
Distribución en México: Warner Bros
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta conspiradora columna:

codigocine@yahoo.com





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