Un buen año



Hay varias historias alrededor del origen de este filme.

Una de ellas tiene que ver con las aficiones del realizador y del guionista.

Cuentan los que saben que Ridley Scott pasa largas temporadas en la Provenza francesa, donde tiene casa y amigos.

Uno de ellos se llama Peter Mayle y es escritor.

Ambos disfrutan de los favores de tan privilegiado lugar, de agradable clima y bonitos paisajes en los que predomina el viñedo y, sobre todo, donde se impone el saber vivir, es decir, nada de prisas ni agobios, serena tranquilidad, buenos alimentos (mucho queso y vino hasta decir basta).

Algo que ya nos han contado algunas películas francesas y, por lo tanto, a ningún cinéfilo le va a tomar por sorpresa.

Añádanse además esas películas inglesas, cuyos protagonistas descubren el sol y el aire mediterráneos de Italia o Grecia y deciden quedarse a vivir en esos bonitos pueblos de postal turística, lejos del vertiginoso modo de vida de las grandes y bulliciosas urbes.

O esas películas americanas, cuyo argumento gira en torno al descubrimiento de Europa y su arte.


© 20th Century Fox

Pues bien, a pesar de la abundancia de material que nos remite al tema, Scott y Mayle, satisfechos de su buena suerte al poder gozar, al menos de vez en cuando, de cuanto en la Provenza les rodea y da sentido a su vida, decidieron contarlo al mundo, para lo cual Mayle escribiría una novela, “Un año en Provenza”, que Scott llevaría posteriormente al cine, algo que le permitiría rodar casi como si fuese una prolongación de sus vacaciones, todo esto, partiendo de la anécdota real de un joven empresario británico que asombró a la vieja guardia de los bodegueros franceses elaborando buenos vinos desde la nada y vendiéndolos a miles de libras la caja.

Sea verdad lo anterior o no, lo cierto es que refleja mucho del espíritu de la cinta, en otras palabras, transmite una pesada sensación de flojera.

Y vean si no.

Rusell Crowe es Max Skinner, un corredor en la Bolsa en Londres, una fiera en la compra y venta de valores.

Es soltero, rico, arrogante y la única razón que tiene para viajar a Francia, es una villa que su tío Henry (Albert Finney) le dejó en herencia.


© 20th Century Fox

La Provenza, sobre el Mediterráneo y entre Niza e Italia, es un tipo de paisaje luminoso y evocador que al igual que la Toscana o las islas griegas, pero en otras películas, son sensuales, envolventes y maravillosos, con mujeres igualmente fascinantes.

El perfil idílico del lugar está acentuado por los flashbacks a la infancia de Max -recordando tiempos que no volveran- con su tío Henry en la piscina, jugando tenis y conversando de cualquier cosa, que es el tema recurrente en todo verano.

En estas circunstancias, el filme no tiene sorpresas y va a contar la transición del protagonista, del hombre frío y cruel de los negocios a un ser humano cálido y adorable, desde luego, ayudado por el amor de una guapa chica local.


© 20th Century Fox

Y no hay mucho más.

El espectador debe sentarse plácidamente en su butaca y disfrutar, hasta el consabido final feliz, de la presencia de Crowe, que no lo hace mal, de sus relaciones con los lugareños, del paisaje francés, de una elegante selección musical; porque Scott sabe hacer cine, aunque el humor no sea su fuerte, ni el de Crowe.

Pese a lo escasamente original de la idea, pese a que el guión tramposamente se guarda cartas para jugar cuando le conviene, pese a que no apasiona ni muchos menos emociona, el filme se puede ver si no se tiene otra cosa mejor que hacer o de plano la depresión a cuestas es insoportable.


© 20th Century Fox

“Un buen año” es una producción muy menor en la filmografía de quien ha dirigido películas ya míticas como “Alien” o “Blade Runner” o tan costosas y ambiciosas como “Gladiador” o “El reino de los cielos”.

Viéndolo desde este punto de vista, la cinta tanto para su protagonista como su realizador es un fracaso, pues no lleva a ningún lado y artísticamente nadie sale beneficiado, pues cada año tenemos varias comedias románticas de este tipo que pasan sin pena ni gloria.

Es de esos títulos en cartelera ideales para llevar a la pareja al cine y no ponerle atención a la cinta proyectada, pues no hay mucho que perderse.

Ahora que si a usted le gustan este tipo de cintas donde hay paisajes idílicos, una historia de transformación de lobo feroz a caperuza azul, aderezado con las mariposas propias del amor, vaya corriendo a verla y no haga caso a los comentarios de gente amargada que no se conforma con tan poca cosa.

Nuestra Opinión: @@

Un buen año
(A good year, Estados Unidos 2006)
Director: Ridley Scott
Guión: Marc Klein, basado en la novela de Peter Mayle
Fotografía: Philippe Le Sourd
Música: Marc Streitenfeld
Con: Russell Crowe, Albert Finney, Marion Cotillard, Abbie Cornish, Didier Bourdon, Tom Hollander, Freddie Highmore, Isabelle Chandelier
Duración: 118 minutos
Distribución en México: 20th Century Fox
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra

Correspondencia con esta amargada columna:

codigocine@yahoo.com



Trailer, A good year











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