Diamante de Sangre
Muchas historias de injusticia, devastación y muerte han caracterizado al continente africano a lo largo de su historia.
En pleno siglo XXI, las naciones más poderosas continúan desangrando al continente, robándose sus riquezas naturales, dejando una estela de enfermedad, muerte y destrucción.
Lo más triste, es que sean los propios africanos quienes se anden despedazando entre si, peleándose por las migajas que les dejan, comprando armas y medicamentos a los mismos países que los están saqueando.
“Diamante de Sangre” da cuenta de una de esas historias macabras que se dan cotidianamente en África, en este caso, concentrándose en el tema de las codiciadas piedras preciosas.
La cinta se desarrolla a finales de los 90, en Sierra Leona, donde el gobierno mantuvo una feroz lucha contra grupos guerrilleros por la posesión de tierras ricas en diamantes.
© Warner Bros
En ese desesperanzador entorno vive el pescador Solomon Vandy (Djimon Hounsou), hasta que un grupo de rebeldes arrasan su aldea, secuestrando a su familia y capturándolo para trabajar como buscador de diamantes.
Mientras realiza su labor forzada, Vandy encuentra un enorme diamante rosa que rápidamente oculta al mismo tiempo que los guerrilleros reciben un ataque de fuerzas gubernamentales.
Vandy termina en la cárcel, pero el rumor de su valioso descubrimiento se ha extendido, y así llega Danny Archer (Leonardo DiCaprio), un contrabandista de diamantes con suficientes influencias para liberar a Vandy y para ofrecerle la libertad de su familia a cambio de la gran piedra.
La atracción de un diamante es innegable.
© Warner Bros
Su enigmática belleza, brillo y valor se han convertido en un verdadero símbolo de riqueza, elegancia y, en cierta forma, ostentación.
Las fortunas teñidas de sangre que surgen durante las guerras civiles son el mejor escenario para exhibir impactantes secuencias de acción y mutilaciones sin cargo de conciencia.
Dos pequeños problemas tiene la cinta.
La edición no está a la altura de la historia. Se necesitaba una narrativa más frenética para estar acorde a la atmósfera que propone el filme.
© Warner Bros
Por otro lado, los claroscuros a nivel interpretativo.
Leonardo DiCaprio tal vez no era la mejor opción para esta película. El chico busca imprimirle la misma intensidad que logró en “Los infiltrados”, sin embargo, se queda corto al momento de exteriorizar el cinismo que su personaje demanda.
Djimon Hounsou, indigente convertido en actor, está en plan grande.
Prácticamente el eje dramático del filme recae sobre sus hombros y logra sostenerlo sin problemas de inicio a fin. Transmite y contagia al espectador su angustia y desesperación por no encontrar a su hijo.
Jennifer Connelly hace lo que puede con ingrato papel metido un tanto a la fuerza. Le toca interpretar a una periodista que anda en busca del reportaje de su vida. Al final su intervención solo sirve de pretexto para funcionar como la “conciencia” de DiCaprio.
Queda claro entonces que el atractivo de la cinta está en lo visual.
© Warner Bros
Edward Zwick (El ultimo samurai, Leyendas de Pasión) no escatima detalles escabrosos y estremecedores a la hora de mostrar muertes y torturas.
Si sus planos de miembros amputados son brutales, más duras resultan las secuencias de los niños de la guerra, adoctrinados para odiar y usar armas de fuego como autómatas, contra un “enemigo” que a veces puede ser su propia familia.
Bellos son, los planos generales que resumen en un golpe de cámara la paradoja de la belleza natural que esconde tanta miseria humana.
Podemos afirmar que Hollywood se ha salido con la suya.
Logró una buena película y de paso, puso en el escenario mundial otro conflicto que a diferencia de las guerra en Liberia, Sudán y Ruanda, el de Sierra Leona no había tenido la cobertura mediática suficiente, lo que equivale a decir que no existía.
A diferencia de tantas otras cintas llenas de buenas intensiones, “Diamante de Sangre” no se limita a mostrar lo mal que anda el Tercer Mundo, sino que también pone de manifiesto los mecanismos subyacentes a semejante tragedia, sin olvidar advertirle a los espectadores que son ellos el último eslabón de la cadena de injusticia y muerte.
Nuestra Opinión: @@@
Diamante de sangre
(Blood Diamond, Estados Unidos 2006)
Director: Edward Zwick
Guión: Charles Leavitt y C. Gaby Mitchell
Fotografía: Eduardo Serra
Música: James Newton Howard
Con: Leonardo DiCaprio, Jennifer Connelly, Djimon Hounsou, Arnold Bolso, Kagiso Kuypers
Duración: 143 minutos
Distribución en México: Warner Bros
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra
Trailer, Blood Diamond
Correspondencia con esta denunciadora columna:
codigocine@yahoo.com
.
Muchas historias de injusticia, devastación y muerte han caracterizado al continente africano a lo largo de su historia.
En pleno siglo XXI, las naciones más poderosas continúan desangrando al continente, robándose sus riquezas naturales, dejando una estela de enfermedad, muerte y destrucción.
Lo más triste, es que sean los propios africanos quienes se anden despedazando entre si, peleándose por las migajas que les dejan, comprando armas y medicamentos a los mismos países que los están saqueando.
“Diamante de Sangre” da cuenta de una de esas historias macabras que se dan cotidianamente en África, en este caso, concentrándose en el tema de las codiciadas piedras preciosas.
La cinta se desarrolla a finales de los 90, en Sierra Leona, donde el gobierno mantuvo una feroz lucha contra grupos guerrilleros por la posesión de tierras ricas en diamantes.
© Warner Bros
En ese desesperanzador entorno vive el pescador Solomon Vandy (Djimon Hounsou), hasta que un grupo de rebeldes arrasan su aldea, secuestrando a su familia y capturándolo para trabajar como buscador de diamantes.
Mientras realiza su labor forzada, Vandy encuentra un enorme diamante rosa que rápidamente oculta al mismo tiempo que los guerrilleros reciben un ataque de fuerzas gubernamentales.
Vandy termina en la cárcel, pero el rumor de su valioso descubrimiento se ha extendido, y así llega Danny Archer (Leonardo DiCaprio), un contrabandista de diamantes con suficientes influencias para liberar a Vandy y para ofrecerle la libertad de su familia a cambio de la gran piedra.
La atracción de un diamante es innegable.
© Warner Bros
Su enigmática belleza, brillo y valor se han convertido en un verdadero símbolo de riqueza, elegancia y, en cierta forma, ostentación.
Las fortunas teñidas de sangre que surgen durante las guerras civiles son el mejor escenario para exhibir impactantes secuencias de acción y mutilaciones sin cargo de conciencia.
Dos pequeños problemas tiene la cinta.
La edición no está a la altura de la historia. Se necesitaba una narrativa más frenética para estar acorde a la atmósfera que propone el filme.
© Warner Bros
Por otro lado, los claroscuros a nivel interpretativo.
Leonardo DiCaprio tal vez no era la mejor opción para esta película. El chico busca imprimirle la misma intensidad que logró en “Los infiltrados”, sin embargo, se queda corto al momento de exteriorizar el cinismo que su personaje demanda.
Djimon Hounsou, indigente convertido en actor, está en plan grande.
Prácticamente el eje dramático del filme recae sobre sus hombros y logra sostenerlo sin problemas de inicio a fin. Transmite y contagia al espectador su angustia y desesperación por no encontrar a su hijo.
Jennifer Connelly hace lo que puede con ingrato papel metido un tanto a la fuerza. Le toca interpretar a una periodista que anda en busca del reportaje de su vida. Al final su intervención solo sirve de pretexto para funcionar como la “conciencia” de DiCaprio.
Queda claro entonces que el atractivo de la cinta está en lo visual.
© Warner Bros
Edward Zwick (El ultimo samurai, Leyendas de Pasión) no escatima detalles escabrosos y estremecedores a la hora de mostrar muertes y torturas.
Si sus planos de miembros amputados son brutales, más duras resultan las secuencias de los niños de la guerra, adoctrinados para odiar y usar armas de fuego como autómatas, contra un “enemigo” que a veces puede ser su propia familia.
Bellos son, los planos generales que resumen en un golpe de cámara la paradoja de la belleza natural que esconde tanta miseria humana.
Podemos afirmar que Hollywood se ha salido con la suya.
Logró una buena película y de paso, puso en el escenario mundial otro conflicto que a diferencia de las guerra en Liberia, Sudán y Ruanda, el de Sierra Leona no había tenido la cobertura mediática suficiente, lo que equivale a decir que no existía.
A diferencia de tantas otras cintas llenas de buenas intensiones, “Diamante de Sangre” no se limita a mostrar lo mal que anda el Tercer Mundo, sino que también pone de manifiesto los mecanismos subyacentes a semejante tragedia, sin olvidar advertirle a los espectadores que son ellos el último eslabón de la cadena de injusticia y muerte.
Nuestra Opinión: @@@
Diamante de sangre
(Blood Diamond, Estados Unidos 2006)
Director: Edward Zwick
Guión: Charles Leavitt y C. Gaby Mitchell
Fotografía: Eduardo Serra
Música: James Newton Howard
Con: Leonardo DiCaprio, Jennifer Connelly, Djimon Hounsou, Arnold Bolso, Kagiso Kuypers
Duración: 143 minutos
Distribución en México: Warner Bros
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra
Trailer, Blood Diamond
Correspondencia con esta denunciadora columna:
codigocine@yahoo.com
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