Tribunal en Fuga

La historia comienza cuando una joven viuda levanta una demanda contra un poderoso fabricante de armas, a quien responsabiliza de la muerte de su esposo, esto provoca que se ponga en marcha un caso multimillonario.

Pero es una demanda que puede ser ganada incluso antes de que comience, basada solamente en la selección, manipulación y, finalmente, el intento de “robo” del jurado.

Wendall Rohr (Dustin Hoffman), un honesto abogado de moral intachable y una pasión genuina por el caso que está defendiendo, representa a la viuda.

Su adversario es aparentemente Durwood Cable (Bruce Davison) abogado que representa a la corporación. Pero en realidad, el abogado defensor es solamente el negociador de Rankin Fitch (Gene Hackman), un brillante y despiadado asesor de jurado.

Rankin Fitch (Hackman) se especializa en manipular la selección de jurados, propiciando que sus postulantes sean elegidos en los juicios que sus clientes pretenden ganar.

Rankin tiene el respaldo humano y técnico para obtener perfiles sociales y psicológicos de cualquier civil, logrando que lo recluten como un jurado con garantía de ser manipulado al momento de emitir veredicto.

Aunque Rohr (Hoffman) sabe sobre las técnicas de su rival, no puede hacer mucho en su contra. No obstante, las reglas del juego cambian con la llegada de Nick Easter (John Cusack), un integrante del jurado que parece tener su propio plan para convencer al panel.

Mientras Easter (Cusack) busca manipular a sus compañeros de jurado, su socia Marlee (Rachel Weisz) se encarga de las negociaciones con Fitch y Rohr, en donde le ofrece al mejor postor la posibilidad de quedarse con el voto unánime del jurado.

La lucha entre todos por obtener un veredicto a favor, irá desencadenando situaciones límite donde las traiciones y amenazas serán el factor común.

El filme está ligeramente basado en la novela que John Grisham publicó en 1996, planteando la posibilidad de los veredictos en venta, cuando se discute el pago de muchos millones por poderosas compañías: en este caso los fabricantes de armas de fuego. En el libro se trataba de la industria tabacalera, pero el resultado es relativamente similar.

“Runaway Jury” contiene muchas cosas incoherencias en su trama. Una de ellas y tal vez la más importante es que el móvil de juicio está mal enfocado, sobre todo la manera en que a la fuerza tratan de responsabilizar a los fabricantes de armas, cuando lo que se debe tratar es la regulación obligatoria de armas de asalto.

La virtud de la cinta es demostrar que es posible no creer ni una palabra de lo que dice un guión y sin embargo mantenerse en constante transfusión de entretenimiento y suspenso. Sobre todo porque el director, Gary Fleder (Don't Say a Word, 2002), mueve la trama a tal velocidad que impide pensar demasiado en lo que está pasando de una escena a la próxima.

A pesar de que Dustin Hoffman y Gene Hackman apenas y comparten una sola secuencia en el primer filme donde trabajan juntos por primera vez, “Runaway Jury” consigue atrapar el interés del público de principio a fin.

“Tribunal en Fuga” fluye con un ritmo continuo, a veces engañoso, pues las sorpresas siempre están rondando una trama en apariencia frágil y simple.

Mucho ayuda la atmósfera de suspenso al hacer de lado el discurso de la ética profesional poniendo la atención en el forcejeo de intereses ocurre entre dos bandos corruptos.

El veredicto es unánime: es una excelente opción para pasar un rato entretenido.

Nuestra opinión: @@@

Tribunal en Fuga
(Runaway Jury, Estados Unidos 2003)
Dirección: Gary Fleder
Con: John Cusack, Rachel Weisz, Gene Hackman y Dustin Hoffman
Duración: 127 minutos
Distribución en México: 20th Century Fox
Clasificación: @ Insoportable, @@ Regular, @@@ Buena, @@@@ Obra Maestra