El cine se impuso al glamour

- Logra el Morelia Film Fest una edición redonda
- Indultan al “Toro Negro”
- Grupo de homosexuales oaxaqueños se roban los aplausos del público




MORELIA.- Pese a que los primeros días del festival la atención de los medios estuvo puesta enteramente en Tommy Lee Jones y Guillermo Arriaga, la situación en las salas de Cinépolis no cambió en absoluto.

El público que siguió de cerca las proyecciones del festival se mantuvo indiferente a los reflectores. Se puede decir lo mismo de la gente de la industria (actores, directores, guionistas, cinefotógrafos, productores) que junto con los críticos de cine y los periodistas encargados de reseñar las cintas, se mantuvieron fieles a las funciones de las diferentes secciones.

Una cosa es lo que reflejaron los medios a nivel informativo y otra realidad muy diferente lo que sucedió al interior de los cines.

El Cinépolis Morelia Centro, cerebro neurálgico de las actividades del festival, vio desfilar a famosos, desconocidos, trasnochados, amantes del cine y curiosos por igual en jornadas maratónicas que iniciaban desde las nueve de la mañana y concluían pasada la media noche.

Más de 12 horas diarias de cine para todos los gustos.

Afuera, la actividad se complementaba con funciones en espacios al aire libre, conferencias en diferentes puntos de la ciudad y las infaltables fiestas temáticas en los antros de moda, cortesía de las distribuidoras de las cintas mexicanas de estreno.


Los afortunados ganadores de las secciones oficiales del festival, recibiendo el reconocimiento del público. Foto: Paulo Vidales / Imagen Latente

Fue larga la lista de invitados que desfilaron por el festival a lo largo de la semana.

Arcelia Ramírez, Martha Higareda, Cecilia Suárez, Barbara Mori, Flora Martínez, Claudia Ramírez, Rocío Verdejo, Renée Chabria, Rodrigo Oviedo, Luis Felipe Tovar, Carlos Reygadas, Amat Escalante, Raúl Ruíz, Pedro Armendáriz, Daniel Giménez Cacho, Diego Luna, Gerardo Tort, los directores de los Festivales de Guadalajara (el recién nombrado Jorge Sánchez), Expresión en Corto (Sarah Hoch) y Acapulco (Victor Sotomayor), entre muchos otros.

Dice el experimentado Fernando Bañuelos que este ha sido el mejor festival de cine al que ha asistido y miren que Bañuelos no precisamente se especializa en cubrir festivalitos de pueblo.

Algo que se no se podrá negar es la impresionante cobertura mediática. Hoy por hoy, Morelia es el festival mexicano con mayor cobertura en el mundo.

En cuanto a las proyecciones, dejaron mucho que desear los largometrajes mexicanos de estreno.

Fue bodrio, tras bodrio.

Algo grave está pasando ahí.

Más de 5 peliculitas al hilo (“Sexo Impostor”, “La mujer de mi hermano”, “Las buenrostro”, “Como tú me has deseado”, “La dama que llora”) que no merecen siquiera ser proyectadas, pero en fin, será tema para otra ocasión.


El periodista y curador de festivales Carlos Gutiérrez, dando a conocer la decisión del jurado de la sección oficial de documental mexicano. El jurado estuvo integrado por el crítico Jorge Ayala Blanco, el productor de American Zoetrope,Tom Luddy y el propio Gutiérrez. Atrás, Patrick Olivier, conductor de la noche de clausura. Foto: Paulo Vidales /Imagen Latente

El caso es que la gente gozó con los documentales mexicanos en competencia.

Creo que no habrá conformidad del todo en el premio principal, pues varios son los títulos que optaban por un empate multitudinario.

Fue impresionante la forma en que el público respondió a esta sección, y mejor aún, la calidad de los trabajos exhibidos.

Del lado de los cortos, la cosa no estuvo tan intensa.

La semana de la crítica y los largometrajes internacionales en preestreno volvieron a conmocionar a los asistentes al festival.

En general, podemos decir que fue un festival redondo.

Claro, no por ello deben de dormirse en sus laureles, sobre todo la desastrosa área de relaciones públicas (no confundir con el siempre sobresaliente departamento de prensa, comandado por los especializados en festivales Pepe Abrego y Rosalba Chávez) que dio dolor de cabeza a medio mundo, tanto a periodistas como a invitados especiales por tercer año consecutivo.

Urge que alguien haga algo al respecto, porque los eventos y conferencias nuevamente fueron programados con las patas, sin una pizca de sentido común.

El Morelia Film Fest es exitoso por su glamour, por sus fiestas, por sus propuestas, por el apoyo real y palpable que brinda a los cineastas mexicanos consiguiendo becas, organizando talleres, encuentros de convivencia entre la gente importante de la industria con los jóvenes talentos.

El festival es un espacio para el encuentro de ideas y visiones. Punto de referencia real y tangible para medirle las aguas al cine mexicano. En resumen, el evento, en el que toda persona vinculada de alguna u otra forma al cine mexicano, tiene que estar.

INTERMEDIO

Tras siete días de actividades, la tercera edición del festival dio paso al momento de las justicias e injusticias.

De entrada, no hay trofeo que le quite la satisfacción a cada uno de los miembros de una producción, de que el público vea su trabajo

Y más si al final de los créditos, el público brinda un aplauso de aprobación. Eso, vale más que oro.

Pero bueno, en una competencia, alguien tiene que ganar.

Tal y como lo adelantábamos, en la Sección Oficial de documentales mexicanos, los perdedores vendieron cara su derrota.

El premio a Mejor Documental Mexicano se lo llevó merecidamente “Toro Negro”, de Carlos Armella y Pedro González-Rubio.

El documental es un crudo retrato de la violenta vida de Fernando Pacheco, quien se dedica a torear en Yucatán.

El torero se ha hecho famoso por sus tendencias suicidas, por su alcoholismo y por las golpizas que le da a su mujer.

Este galardón es un reconocimiento al atrevimiento de sus realizadores, quienes siguieron día y noche a este peculiar personaje yucateco, logrando un documental atrevido, de bellas imágenes, que desnuda el alma de su protagonista.

La audiencia moreliana demostró su madurez y buen gusto al premiar el documental de Alejandra Islas, “Muxes, auténticas, intrépidas, buscadoras de peligro”.


Alejandra Islas, directora de "Muxe´s" recibiendo su premio, mismo que después podrá canjear por dinero y artículos en especie. En el escenario la(mal) acompañan Luis Felipe Tovar y el maestro de ceremonias Patrick Olivier. Foto: Paulo Vidales / Imagen Latente

Esta cinta es un retrato de un grupo de homosexuales indígenas y mestizos de la localidad de Juchitán, en el estado sureño de Oaxaca, que defienden su diversidad y preservan su identidad como zapotecas.

El filme nos muestra el colorido de la región, pero también la vida y peripecias de este grupo de oaxaqueños.

Otro documental premiado fue“¡Hasta el último trago… corazón!”, el cual recibió una mención especial del jurado que le valió premios en especie para poder promocionar su documental.

En este documental de Beto Gómez se expresa el sentir musical de Chavela Vargas, Lila Downs, La Negra Graciana, Chayito Valdez, Astrid Hadad, Iraida Noriega y Eugenia León.

En los premios del público, el de Mejor Largometraje correspondió a Un día más, de la argentina María Inés Roqué que superó por casi nada a las otras favoritas: “Rosario Tijeras”, de Emilio Maillé; “Batalla en el cielo de Carlos Reygadas y “Sangre”, de Amat Escalante.

Producida por la Fundación Cima contra el cáncer de mama, Un día más muestra el testimonio de 18 mujeres sobrevivientes este padecimiento.

En rubro de la Sección Oficial de Cortometraje, los jurados tuvieron buena mano a la hora de dar su veredicto. La decisión del público fue un poco más acertada que en el rubro de “mejor largometraje mexicano”.

Primero tocó turno a los cortos michoacanos, los cuales han mejorado en calidad a pasos agigantados, desde la primera edición.

“Cheranasticotown”, de Dante Cerano, fue el ganador de los cortometrajes michoacanos, aunque el voto del público se inclinó por “Un bel morir”, de Jesús Pimentel.

El primero es un relato irónico obtenido de las videograbaciones del pueblo de Cheranástico, en el que la migración a Estados Unidos es tan alta, que ha cambiado la forma de vivir de los habitantes.

El otro es una historia decadente protagonizada por Ofelia Medina.


Grupo de "Muxe´s" que se dieron cita en el día de clausura del festival. Al centro, la directora del documental, Alejandra Islas. Foto: Victor Bustos

En cuanto a los cortos mexicanos en competencia, la cosa estuvo muy emotiva.

La votación del pueblo se fue por una historia redonda, visualmente bien narrada y divertida: “Con la cola entre las patas”, de Carlos Sama Hari, acerca de dos bandidos que están a punto de ser desalojados por su casera.

Los premios del jurado fueron acertados, como mencionábamos, pero en algunos casos no dejaron del todo conforme a algunos, sobre todo quienes llevaban “porra”.

El ruido de las palmas oír el nombre de “Esfera”, animación de Luis Felipe Hernández, un producto ambicioso y muy bien logrado.

El premio a Cortometraje Experimental fue para “L’Instant Avant” de Álvaro Zendejas, por su gran impacto visual.

También fue muy festejado el premio de Jaime Munguía, director del corto documental “Teatro mágico”, y de José Manuel Cravioto, autor de “El charro misterioso”, quien recibió una mención especial.

Sin embargo, no hubo mucho entusiasmo entre un sector de la audiencia al conocer que “David”, de Roberto Fiesco, ganaba el premio a mejor corto de ficción.

La ceremonia de premiación celebrada en el Palacio Clavijero cerró con broche de oro con un mini concierto a cargo de la oaxaqueña Susana Harp (excelente cantante de música contemporánea, muy parecida al estilo de Lila Downs), quien interpretó temas de su nuevo disco “Ahora”.

OBSESIONES EN CORTO

El Morelia Lab cumplió su objetivo. Dos semanas de conferencias y capacitación, más de 40 jóvenes productores provenientes de toda la república. Al final, sólo hubo 2 proyectos ganadores, pero el resto de los participantes ya tiene una idea clara de la forma adecuada de armar un proyecto para producir. *** De esta experiencia, dos de los jóvenes productores (recalcamos que son jóevenes, porque el taller fue dirigido para ellos) fueron elegidos para recibir un estímulo económico de 50 mil pesos cada uno, que los ayudará para desarrollar sus proyectos, es decir, armar la carpeta que se presenta a los inversionistas para conseguir el dinero necesario que una filme requiere para iniciar el rodaje. Se trata de Araceli Velásquez de la Dirección de Producción Audiovisual de la Universidad de Guadalajara, quien presentó “Hombre de una pieza”, y obtuvo el premio Morelia LAB – Joven Productora y David de la Peña, del Gremio de Cineastas de Nuevo León, el cual también fue acreedor al premio Morelia LAB – Joven Productor, con su proyecto titulado “Instrumental”. El jurado, integrado por Elise Jalladeau, del Festival de los 3 Continentes-Produire au sud; Melanie Friesen, experta en pitching del Festival de Vancouver, Canadá; Hugo Castro Fau, productor argentino de Lagarto Cine; Pierre Menahem, agente de ventas francés y Carlos Taibo, Director de Apoyo a la Producción Cinematográfica del IMCINE, decidió otorgar una Mención Honorífica a Jorge Díaz Sánchez, de la Dirección de Producción Audiovisual de la Universidad de Guadalajara, por su proyecto “El rapto”. *** Sensaciones encontradas luego del festival. Casi todos nos vamos con un cansancio alucinante, pero todavía con las imágenes frescas, digiriendo las historias y propuestas vistas a lo largo de una semana en un festival que a 3 años de su nacimiento, ya puede declararse como “mayor de edad”. *** En las secciones paralelas hubo muy buenas cintas. Las estrellas de esta edición son dos documentales, ambos protagonizados por animales. “Grizzly Man” de Werner Herzog y “The Story of the Weeping Camel” de Byambasuren Davaa y Luigi Falorni. Dos cintas que nos presentan hermosas imágenes, con historias distantes, pero igualmente seductoras. Una, basada en su mayoría con el metraje obtenido por un polémico naturista que vivió con osos durante 13 veranos y que al final, fue asesinado por uno de ellos. El otro, nos enseña la forma de vivir de los nómadas, la crudeza del desierto, por medio de un tierno camello bebé. *** Desde luego, hay más: la inquietante “Caché” de Michael Haneke, la ganadora de Cannes de este año: “L´enfant” de Jean Pierre Dardenne y Luc Dardenne; “Last Days”, de Gus Van Sant, mostrando su peculiar visión de lo que pudieron ser los últimos días en la vida de Kurt Cobain; la ganadora en la Semana de la Critica de Cannes y en Sundance “Me and you and everyone we know”, de Miranda July, que logra una cinta muy en el estilo de Todd Solondz, sólo que con una atmósfera optimista ante los problemas cotidianos. Cualquiera de los títulos antes mencionados eran candidatos a obtener el premio del público. Sólo que al final, la fundación Cima se impuso con su documental sobre el cáncer de mama. *** En cuanto a la experiencia con la “gran familia” que cubre la fuente de cine (el “otro festival”), nos quedamos con los chistes de Fernando Bañuelos; con la angustia de Rafa Aviña ante sus inquietantes experiencias sobrenaturales en el hotel donde se hospedó; con la enferma y apasionada “obsesión cinéfila” de Luis Tovar, quien fue de las pocas personas que vio todo lo que había en competencia y todavía tuvo la suficiente salud mental de hurgar en las secciones paralelas. No podemos dejar de mencionar los divertidos “cuatros” que ponía Gustavo Moheno entre propios y extraños cada que alguien preguntaba por algún Uribe. ¿Buscaban al querido homónimo y amigo corresponsal de Noticine o a su servidor? Todos terminamos confundidos y revueltos. Cómo no mencionar las veladas de dominó llenas de bohemia con el “Cronotopo” de Milenio Diario, José Antonio Monterrosas, o los chismes frescos acompañados de inéditas imágenes del “paparazzi” oficial del festival: Victor Bustos, quien siempre se metió donde no lo llamaban. ¿Cuántas imágenes nunca verán la luz? *** Inolvidables aquellos espeluznantes momentos cuando este reportero, en medio de la madrugada, tuvo que aguantar al policía que cuidaba la zona donde se encontraba la sala de prensa (atrás de palacio de gobierno) con sus historias sobrenaturales (muy comunes en Morelia) para después, emprender graciosa huída y dejarnos solos frente al monitor. *** Destacable, la impresionante cobertura de primer mundo de parte de “La Jornada”, quien echó mano de críticos y reporteros de sus diarios de la ciudad de México, Morelia, Puebla y San Luís Potosí, que al final vapulearon a “El Universal” que con tres enviados propios y dos pertenecientes a agencias (EFE y Notimex) no quiso (o no pudo, que a estas alturas es lo mismo) darle salida a toda la información. *** Sobra decir que a una semana de distancia, no nos hemos repuesto del cóctel ofrecido por Cinépolis en el majestuoso club de golf “Tres Marías”, ni de la rumba de “Rosario Tijeras” en “Los girasoles”. Fueron las mejores fiestas del festival y donde hubo el ambiente propicio para amenas e interesantes charlas con gente de la industria. ¿Cuántos proyectos no se habrán platicado-planeado ahí? *** Incluso el técnico campeón del mundial sub-17 se dio su vueltecita por el evento como flamante productor de la cinta “Como tu me has deseado”. Al tiempo que Barbara Mori se hacía bolas al intentar aclarar el fraudulento “desnudo” en “La mujer de mi hermano” o el desconsuelo de la realizadora de “Sueño”, ante el plantón que le dieron sus estrellas: Ana Claudia Talancón, John Leguizamo y José María Yazpik, quienes se tomaron la molestia de cancelar su participación a solo unas horas de su supuesto arribo a la ciudad de Morelia. *** Un éxito, el llamado a las fundaciones convocadas por el festival. Fueron varios quienes se llevaron estímulos económicos para poder iniciar sus proyectos, asimismo, los “rayados” que obtuvieron becas para poder filmar sus historias. *** Pocas veces los mexicanos podemos festejar un festival redondo. Morelia se ha llevado las palmas.*

Correspondencia con esta festivalera columna:

codigocine@yahoo.com



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